CPC Intel·ligencia Emocional

Inteligencia emocional, la gran asignatura pendiente en nuestros hogares

Continuamos con la gestión de las emociones, un tema relevante e importante en muchas situaciones complicadas de nuestra vida. Permita que insista en que lo más importante es que sea desde casa que damos las herramientas, sino el resto no funcionará. Los aprendizajes que tenemos de las figuras de vínculo son los que quedan más grabados.

Dicho esto, lo que quiero reflejar esta vez es la dificultad que tenemos para poner nombre a las emociones. A veces, no sabemos muy bien qué sentimos y este sería un paso importante para gestionarlo bien. Si no sé cómo nombrar lo que siento, como podré mejorar la situación? Hablamos de emociones: ira, rabia, tristeza, vacío, soledad, pena, angustia, miedo, terror, inseguridad, etc. Puedes identificar cada una de las que he nombrado haciendo el ejercicio de buscar momentos en que hemos sentido cada una de estas emociones.

Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás.

Saber qué nos pasa y las características que tiene nos ayuda a comunicar a nuestro entorno, y esto, en el caso del psicólogo, es realmente importante. Como profesionales de la salud mental ayudamos justamente a eso, si es necesario, y enseñamos a la persona a poner nombre a las emociones que a veces son vividas como una bola que tengo en el cuerpo y no sé cómo deshacerla.

Has tenido alguna vez esa sensación de tener un revoltijo de emociones y no saber por dónde empezar a tirar? Pues este momento quizás es un buen momento para pedir ayuda. Sabemos que es complicado, pero poco a poco podemos aprender a gestionar mucho mejor todas nuestras emociones. Nos falta una dosis de paciencia y calma para poder entenderlo, no olvides que todo el mundo puede aprender cómo hacerlo e, incluso, mejorarlo.