La sociedad y el ritmo de la vida moderna hace que las personas son un poco centrados en nosotros mismos, de nuestro ser y de nuestras necesidades.
Más allá de lo fisiológico, los seres humanos tienen necesidades afectivas y emocionales que han de ser cubiertas para conseguir un bienestar completo.
En este sentido se lleva a efecto, el término de la Cara. Entendemos la cara como el conjunto de actitudes y comportamientos que desarrolla una persona orientada a regular los aspectos internos y / o externos, que afectan, o pueden interferir en la salud y el bienestar físico y mental.
La cara es, por lo tanto, la práctica de actividades que las personas llevan a cabo en nombre de la misma con el fin de mantener la vida, la salud y el bienestar. La cara es el poder de una persona para dedicarse a actividades que el cálculo estimativo.
En este sentido, si aumenta nuestra capacidad de enfrentar, va a mejorar nuestra autoestima.
En la práctica clínica nos encontramos, en muchas ocasiones, las personas que dedican sus esfuerzos importantes en el trato con las demandas externas (trabajo, tareas del hogar, cuidar de los demás ...) sin tomar en cuenta sus propias necesidades. Las habilidades y estrategias en relación con el hecho de que una persona se desarrolla a lo largo de los años tiene un papel importante en este aspecto. Es esencial para la buena salud, física y mental, para lograr un equilibrio entre tener en cuenta las demandas externas y cuidar de sí mismo.
Tomar el tiempo para hacer lo que nos gusta, el valor de sus propias necesidades en la misma medida que el valor de los de los demás, que nos respeten y nos aprecian, lo que nos permite disfrutar de la vida, para mantener relaciones saludables y a establecer límites en los que no lo son ... son algunos de los comportamientos de la cara para tener en cuenta.
A tener en cuenta y cuidar de uno mismo es la llave que abre la puerta a una vida plena.